viernes, 7 de diciembre de 2012

Bendito Resfrio


Como ese día se sentía un poco mal, decidió no ir a trabajar. Pensó que quedarse en cama le iba a hacer muy bien, sin embargo el día estaba oscuro, llovía y no lograba sentirse mejor.

Como no le gustaba estar enferma, decidió llamar un médico que la fuera a visitar y le diera algo para ese resfriado que ya la tenia loca.



Tomo la guía de teléfonos y llamó al primer número de médicos a domicilio que encontró. En cosa de 45 minutos ya estaban tocando su puerta.


Se levantó de la cama a abrir la puerta. Su pijama era el de siempre, un calzoncito pequeño y una camiseta blanca. Era su tenida predilecta para la cama. El calzon dejaba ver sus bellas piernas y un culo que parecía de roca sólida. Realmente ella era la envidia de todas sus amigas.


Abrió la puerta y apareció el médico en cuestión. Un joven que probablemente recién había egresado de la escuela de medicina.  Eso no le dio mucha confianza, pero como lo encontró apuesto, pensó para sus adentros ¨no importa si no da un buen diagnostico, igual esta bueno...¨


El médico empezó a examinarla, pidiéndole que abriera la boca y tomándola del cuello para mirar mejor. Cuando el puso las manos en su cuello, ella sintió que un escalofrío le recorría la espalda. Algo tenían las manos de ese joven que hacían que ella se sintiera muy bien.


Al momento en que el doctor metió su estetoscopio bajo la camiseta para auscultar la respiración en su pecho, ella sintió que sus pezones se pusieron duros inmediatamente con el roce de su mano. El la miraba a los ojos y ella no sabía porque se estaba empezando a excitar. Sus pezones estaban tan duros que ya levantaban su polera.


Al llegar el momento de tomarle la temperatura, el doctor toma el termómetro y le dice, ¨ponte esto bajo el brazo¨. Ella que ya se sentía excitada y con ganas de seducir al doc, tomó el termómetro acariciándole la mano y se levantó la polera hasta dejar ver la parte de abajo de su teta mientras ponía el termómetro en su lugar.


Su pecho era delicioso, el joven estaba extasiado con lo que veía y no sabia como reaccionar. Ella se dio cuenta de lo nervioso que estaba y decidió tomar el control.


Se sentó en la cama y le dijo, “porque no me saca el termómetro usted doctor?”, mientras se sacaba la polera y dejaba ver su bellísimo pecho con sus pezones parados. “ No le molesta que me saque la polera cierto?, total usted debe estar acostumbrado a ver mujeres desnudas...


El no sabia que contestar, solo atinó, nervioso a acercarse a sacar el termómetro. Cuando se acercó, ella le dijo “quiero que me revise a fondo” mientras le pasaba la mano por entre las piernas para ver que tan excitado estaba el joven doctor. Lo que toco era prometedor...


Ella se arrodillo en la cama y lentamente bajo su calzón mostrándole su exquisita cola. “Te gusta” le pregunto. El asintió sin poder decir una palabra.


Qué te gustaría hacerme?, le preguntó ella mientras se arrodillaba levantando su exquisita cola, dejando ver sus labios hinchados y húmedos.



El sin decir una palabra sumergió su cara en ese culo delicioso, pasando su lengua de abajo hacia arriba, mientras ella dejaba escapar un suspiro de placer al sentir la lengua del doctor cerca de su clítoris. Sentía como la lengua le pasaba entre los labios mojados e hinchados, que delicia sentir la lengua de un hombre desconocido entre sus piernas. Al sentir que la lengua seguía hacia su culo se estremeció...sabía lo que venía y le encantaba.


Una ráfaga de calor recorrió su espalda desde la cintura hasta su nuca cuando la lengua del doctor acaricio ese hoyo delicioso. Ella estaba en las nubes disfrutando la lengua del doctor, quería más y empujaba su culo contra la cara del doctor para que el metiera su lengua cada vez mas adentro.


El doctor ya había perdido el control y olvidó completamente su rol profesional, solo quería poseerla a como diera lugar.


Sin  decir una palabra, la tomo de las caderas y la acercó hacia su pene que ya luchaba por arrancarse del pantalón. Ella volteo la cabeza, lo miro con su mejor cara de seducción y le dijo “métemelo ya” mientras jugaba con el dedo indice y sus labios.


El doctor no espero que le repitieran la invitación, se saco lo pantalones y la penetro lentamente. Ella se dio vuelta y le dijo “lo quiero en el culo”, mientras pensaba “lo voy a hacer acabar rápidamente”


Ella sabia que su culo era maravilloso y que los hombres morían por el.


El doc no lo podía creer, pero ya estaba tan excitado que hacia lo que ella le pidiera. Ella dejo escapar un gemido de placer al sentir como ese pene duro se sumergía en su culo caliente y deseoso de ser penetrado.


Ella empujo su culo hacia arriba y empujo al doc hasta quedar sentada sobre el. Ahí empezó a moverse de una forma tan sensual que el doctor no pudo aguantar mas de 2 minutos antes de acabar. Ella se sonreía porque sabia que eso iba a pasar...ningún hombre se resistía a su movimiento de caderas.


Ella se paró, se puso la polera, el calzoncito y le dijo al Doc “Gracias... ya me siento mejor”


El doctor pidió pasar al baño se arreglo y se fue. Tan pronto cerro la puerta, ella empezó a masturbarse pensando en el Doc....



 ♉ Θßε ♉